Nacido en 1893 en la localidad de Birmingham (Alabama), Gene Walker fue considerado el mejor piloto de motos en pista plana de su tiempo, y por ello, el primer piloto conocido a nivel nacional en EE.UU. Hasta llegar a eso, Gene tenía claro desde un primer momento que esas máquinas infernales de dos ruedas y con motor eran lo suyo. A la temprana edad de 17 años, en 1910, se hizo con su primera moto, una de segunda mano. El gusanillo de las dos ruedas ya le había picado, y poco después se hizo con su primera Indian.
A pesar de su juventud, el tierno Gene supo perfectamente dónde quería estar: encima de su moto el mayor tiempo posible. Gene iba ganando destreza. Astuto como un zorro, pensó en pasar más tiempo sobre dos ruedas y para ello, se hizo con el puesto de cartero en la oficina postal de Birmingham, su ciudad natal.
Fue uno de los primeros en utilizar su motocicleta para entregar el correo a sus conciudadanos. Montado en su máquina todos los días y a todas horas, la habilidad de Walker dio un salto considerable en poco tiempo, y tan solo dos años después de esa primera compra, en la feria del estado de Alabama de 1912, Walker compitió en su primera carrera. Una carrera de cinco millas que ganó. Aquello, ya no era gusanillo, era enfermedad.
Tras saborear la competición, y aun más la victoria, Gene se volvió un adicto, y poco a poco se fue metiendo más en esta droga que es el motociclismo. El yonqui de Gene colgó el saco de cartas, la gorra de cartero y abandonó su trabajo en correos para meterse más y más, acabando en el único sitio acorde con su nueva naturaleza: el concesionario oficial Indian de Birmingham Bob Stubbs. El Jefe Bobby era un incondicional de las carreras con bastantes contactos, y ofreció al joven Walker el poso, la experiencia y el ambiente que necesitaba. No lo desaprovechó.
En 1914, con 21 años, Gene Walker ya era profesional. En el invierno de ese mismo año viajó hasta la sede oficial de Indian Motorcycles en Springfield (Massachusetts) y comenzó con su trabajo de probador. Algo que le aportó aún más experiencia sobre el funcionamiento interno de las motocicletas.
El empecinamiento de Walker no tardó en dar frutos, y tan solo un año después, a partir de 1915 empezó a ganar todo lo que se podía ganar durante los dos años siguientes. Sólo la primera Gran Guerra pudo ponerle freno. Tras ella, en 1919, se hizo con el triunfo en seis de las 13 carreras del campeonato nacional de flat track. En 1920, el año que nos ocupa, fue coronado Campeón de Campeones por la revista Motorcycle and Bicycle Illustrated.
Con la historia de los récords de velocidad hay muchas consideraciones debido a los numerosos registros, pero está claro que Gene Walker estableció el primer récord de velocidad reconocido oficialmente por la Federación Internacional de Motociclismo en 1920. Fue al mismo tiempo y en el mismo año que el bueno de Burt Munro, con 21 años de edad, compraba la Indian Scout Special Munro en Nueva Zelanda que modificó a perpetuidad y que lo llevo a la fama 47 años después.
Volviendo a Walker y a su gesta, el piloto de Birmingham estableció ese primer registro al alcanzar una velocidad de 104,12 mph (167,57 km/h), sobre una Indian de 994 cc en la playa de Daytona, en Florida. Aquella hazaña fue aprovechada por Indian para promocionar la Scout como The World´s Fasted Indian ese mismo día, el 14 de abril de 1920.
Por mucho tiempo después la marca siguió utilizando el mismo reclamo con las sucesivas actualizaciones del registro a través de inserciones de publicidad en periódicos donde se podía leer The Indian is the Fasted Motorcycle in the World.
Cuatro años después, el 21 de junio de 1924, el que empezó siendo el cartero más rápido de Birmingham, y cuando estaba en la cresta de la ola de su carrera, moría a la temprana edad de 31 años en un Hospital de Pennsylvania tras dos semanas de lucha por recuperarse de un accidente que sufrió mientras entrenaba solo. Gene Walker perdió el control y se empotró contra un tractor que estaba estacionado en la pista.
No fue la forma más honorable de morir, pero este casi desconocido hombre se merece todo el reconocimiento del mundo como uno de los pioneros realmente apasionados por la velocidad sobre dos ruedas.