A lo largo de la historia ha habido inventos muy curiosos, donde algunos de ellos han sido muy útiles y otros no tanto. No es mi menester valorar este en concreto, pero sí hacer digna mención de él.
Hablamos de la Moan, una moto anfibia de la que, por desgracia para muchos, solo se fabricaron dos unidades en 1956, un invento un tanto excepcional que, sin embargo, no tuvo éxito en aquella época. Actualmente, al parecer, todavía sigue quedando una de aquellas motos, tal y como se deja constancia en los comentarios por parte de un usuario de la noticia de motorpasionmoto.com, la que hablaba de este invento español, donde añaden que, según la leyenda, la otra unidad construida parece que se hundió en unas pruebas sin posibilidad de rescate.
La moto fue dotada con un motor tipo Sumble (por sumergible), mono cilíndrico de 2 tiempos y 249,31 cc (69,5 × 67,5 mm), contando además, para su seguridad al vadear ríos, charcas y acequias con doble encendido, batería/bobina y volante magnético. El embrague era a base de discos múltiples en baño de aceite, con cambio de 4 velocidades y frenos anti-agua de 200 mm de diámetro. Todo un prodigio para aquella época.
Según palabras del NO-DO, podía rodar tanto en pavimento duro (asfalto), como terreno fangoso, constituyendo, por entonces, un vehículo excepcional y único en el mundo de la mecánica.
Las pruebas se realizaron a finales de 1955, ante la atenta mirada de personas que se disponían en el interior de la Albufera y los alrededores, tal y como demuestra el NO-DO del 19 de diciembre de 1955 (NOT N 676 A), aquel noticiero que se proyectaba obligatoriamente en los cines españoles antes de la película.
Diseñada y construida por el valenciano Antonio Martínez Carmona, la Moan, que así la llamo su inventor (MOto-ANfibia), realizó sus primeras pruebas en la Albufera, donde el piloto que probó la moto fue José Sambeat, tal y como indica el vídeo del noticiero español. Aquel día, la moto llegó a rodar por el asfalto y directamente entró al agua en la Albufera a través de una de sus compuertas, demostrando así que la moto estaba preparada para ambas características.
Eso sí, tal y como se aprecia en el vídeo, tanto el motor de la máquina en cuestión, como el motorista, se “calaron”, aunque sin embargo la prueba fue todo un éxito y el inventor valenciano quedó plenamente satisfecho.
Ahora, en nuestros días, podemos ver un homenaje e intentona de introducir en el mercado algo parecido a aquella motocicleta que bien seguro sorprendería a más de uno en aquella época. Hablamos de la Gibbs Biski, un prototipo de moto anfibia presentado en 2015 que combina tierra y agua en un solo vehículo de dos ruedas, tal y como ya lo hizo en su día la del valenciano Antonio Martínez Carmona. Este prototipo de moto, que todavía no está en el mercado, ha sido desarrollado en Auburn Hills, cerca de Detroit.
Aquí os dejo el vídeo de la prueba en formato NODO